Namche - Deboche - Pangboche

Tuvimos un día completo de descanso en Namche. Nuestro objetivo es ir ganando altura poco a poco, permitiendo que nuestro cuerpo se vaya acostumbrando a la disminución en la presión atmosférica. De esta forma, pasamos de 3,400 metros en Namche a 3,800 metros en Deboche y 4,000 en Pangboche. El problema es que para llegar a Deboche hay que bajar casi 200 metros hasta un río que cruzamos por un puente colgante y después subir 600 metros para llegar a nuestro destino.  Me llevé una muy grata sorpresa al ver lo bien que subió mi papá y cada día lo veo mejor. El plan era detenernos a descansar y comer en el río (el punto más bajo) para empezar la subida relajados, pero al comentárselo me pidió que nos siguiéramos sin parar. Se sentía muy bien. Esa noche la pasamos en Deboche, que es un lugar dentro de un bosque y lo último verde que nos tocará ver.
Al día siguiente, dejamos nuestras cosas sin empacar en el cuarto en Deboche y caminamos muy temprano durante media hora hasta el monasterio de Tengboche para escuchar las oraciones de los monjes a las 6:30am. Normalmente es un momento muy serio en el que los monjes tibetanos y sherpas, vestidos con mantas color ocre, recitan sutras en sánscrito. Esta vez nos tocó ver algo bastante divertido ya que habían dos monjes budistas japoneses vestidos todos de blanco con unas piedras negras amarradas en la frente. Los japoneses se sentaron separados de los otros monjes y mientras unos recitaban en sánscrito, otros lo hacían en japonés. A la mitad de la ceremonia, los japoneses empezaron a tocar campanas y distrajeron a los sherpas. Un poco de caos en un lugar donde la norma es el orden.
Terminada la ceremonia, regresamos a Deboche donde empacamos, desayunamos y comenzamos a caminar hacia Pangboche a donde tardamos en llegar menos de dos horas y donde estaremos pasando la noche. Aquí nos separamos de nuestros sherpas quienes se siguieron hasta el campamento base, para montar las tiendas de campaña, cocina y. Esta será nuestra última noche durmiendo en una cama y a partir de mañana estaremos ya en el Ama Dablam.

Llegada a Namche

Contrario a lo que me hubiera imaginado, mi papa durmió toda la noche y se despertó hasta las seis y media de la mañana. Normalmente yo tardo una semana en acostumbrarme a las casi doce horas de diferencia de horario y parece que él lo logró al segundo día.

El camino de Phakding a Namche se puede dividir en dos secciones; la primera va a lo largo del río Dhud Kosi, y lo cruza varias veces a través de puentes colgantes; la segunda sección deja atrás el río y se convierte en una subida larga y tendida a través de un bosque, terminando en Namche a 3,440 metros de altura. Como si no fuera difícil por si solo, en esta ocasión se volvió más complicado por el tráfico.

Las veces que he venido en primavera para escalar el Everest me he encontrado un gran número de turistas que vienen de trekking. Sin embargo, nada se compara con la cantidad de personas que pasamos hoy en el camino, que incluyen porteadores, sherpas y trekkers. A eso hay que sumarle la complicación del tráfico de yaks con cargas enormes, lo que aprendí por las malas al cruzar un puente colgante. Era un puente de unos 150 metros de largo y cuando empezamos a cruzarlo no venía nadie ni nada en sentido contrario. Antes de llegar a la mitad del puente, vimos que venían hacia nosotros unos cinco yaks con cargas muy grandes y nos paramos para dejarlos pasar. Yo estaba parado enfrente de mi papá y aunque estábamos pegados al barandal, estábamos dejando alrededor de un metro libre para que pasaran los yaks. Cuando los tuvimos muy cerca y vi el tamaño de los cuernos, me di cuenta de la mala idea que había sido quedarnos parados a la mitad. Finalmente no tuve que preocuparme por los cuernos pero recibí varios costalazos de las cargas de los yaks y acabé con las manos medio cortadas. Nada grave y aprendí una buena lección.

Finalmente, tardamos alrededor de cinco horas en llegar a Namche y estoy muy satisfecho con lo bien que subió mi papá. Afortunadamente mañana será un día de descanso para él y pasaremos en total dos noches en Namche. Mientras él se recupera, yo caminaré una hora y media hasta Thamo para visitar a la viuda de Chhewang Nima pero regresaré para comer con mi papá.

Vuelo de Katmandú a los Himalayas

Habíamos terminado de empacar la noche anterior. De cualquier forma, desperté temprano para desayunar, pagar la cuenta del hotel y salir hacia el aeropuerto. Originalmente nuestro vuelo estaba programado para salir a las 8:45am. Es muy común que haya retrasos en esos vuelos ya sea por mal clima en Lukla o por poca visibilidad para despegar de Katmandú. El día de hoy lo que nos retrasó dos horas fue lo segundo. Esperamos en el pequeño aeropuerto hasta que por fin anunciaron nuestro vuelo.

He tenido la fortuna de viajar, escalar y caminar en los Himalayas muchas veces y creo que cada vez pierdo un poco la capacidad de asombro por estar en estos lugares. Una de las ventajas de venir acompañado por mi papá es verlo reaccionar y vivir estas experiencias con el asombro de quien viene por primera o segunda vez. Y fue divertido verlo con la cabeza pegada a la ventana durante todo el vuelo, tomando y tomando fotos. Al venir después de la temporada del monzón las montañas se ven mucho más nevadas de lo que estoy acostumbrado.

Después de aterrizar en Lukla, los sherpas organizaron el equipo e iniciamos la marcha hasta Phakding a donde llegamos tres horas después. Aquí pasaremos la noche y mañana continuaremos hacia Namche.

Llegada de Ricardo

Después de 36 horas de viaje, llegó Ricardo a Katmandú. Lo fuimos a recoger Jiban y yo. Por supuesto que nos dio gusto verlo, pero aún mejor, verlo con sus dos maletas. Tal vez sólo alguien que ha viajado a esta región sabe lo común que es que el equipaje llegue varios días después que su dueño.

En el hotel, lo esperaban los Sherpas que querían darle la bienvenida y presentarse. Tomamos un café con ellos en el loby del hotel y salimos a comer los dos solos.

Por la tarde, nos dedicamos a volver a empacar para el viaje. Dejaremos una maleta en Katmandú con nuestras cosas de viaje. Otra maleta la mandaremos directo al Campamento Base con todo el equipo técnico de escalar. Finalmente, llevaremos una maleta cada quien con las cosas que necesitaremos durante el trayecto.
Jiban y Ricardo

Mañana despertaremos a las 6:00am para llegar al aeropuerto una hora antes de nuestro vuelo programado para las 8:45 de la mañana. Con suerte, tendremos buen clima para volar a Lukla y dependiendo de la hora que lleguemos, caminaremos a Phakding o a Manjo. Por lo pronto, nos queda disfrutar de la última noche de hotel ya que a partir de mañana estaremos durmiendo en casas de huéspedes y tiendas de campaña.

5 días en Katmandú

Llegué a Katmandú el sábado pasado, tras casi dos días de vuelo y afortunadamente todas mis maletas llegaron conmigo. En el aeropuerto me recibió Jiban Ghimire, el dueño de la compañía Sherpa Shangri-La que nos está ayudando con la logística para la expedición. A Jiban lo conocí hace más de 6 años cuando vine a Nepal por primera vez para subir el Cho-Oyu en 2004.

Nuestra prioridad para el domingo y lunes fue definir qué sherpa habría de acompañarnos en la expedición. Mi sugerencia fue que Mingma, el Sherpa con el que subí al Everest en 2008 y estuvo conmigo en Tibet en la primavera de este año, sería la persona ideal. Mingma trabaja para otra compañía pero finalmente aceptó nuestra propuesta y el equipo quedó nuevamente completo.

El martes y miércoles me dediqué a comprar parte de la comida para la expedición junto con Gopal, nuestro cocinero del campamento base. A él lo conozco del Cho-Oyu en 2004 y Everest en 2005 donde nos cocinaba, además de comida nepalí, burritos, nachos y pizza ¡a 5,300 metros de altura!

Todo está listo para la llegada de mi papá mañana jueves cuando iremos Jiban y yo a recogerlo al aeropuerto. Estoy tratando de adelantar nuestra salida a los Himalayas así que, si llegan todas sus maletas, el viernes 5 de noviembre estaremos tomando la avioneta a Lukla e iniciando nuestra expedición. De esa manera tendremos un día extra para pasar en las montañas.

Rumbo a Katmandú

Tras recibir la triste noticia del accidente en el que perdió la vida Chhewang Nima Sherpa, y con quien contaba para ser el sherpa principal de nuestra expedición, tomé la decisión de adelantar mi salida del martes 2 de Noviembre al jueves 28 de Octubre. El motivo principal es asegurarme que la persona que sustituirá a Chhewang sea la más adecuada para una expedición pequeña como la nuestra, que conozca la ruta y que nos ayude a mejorar nuestras probabilidades de subir a la cima de la forma más segura. Pero también quise adelantar mi viaje para brindar el poco o mucho apoyo moral que pueda dar a los amigos que estaban alrededor de Chhewang al ocurrir el accidente.

Por lo anterior, y después de haber dormido tan solo un par de horas el martes y el miércoles anteriores, tomé el vuelo de México a Los Ángeles y posteriormente a Bangkok en Tailandia, desde donde estoy escribiendo. En tan sólo unas horas estaré abordando el avión que me llevará a Katmandú.

El resto del itinerario sigue sin cambio y mi papá estará viajando el próximo martes para encontrarnos en Nepal el jueves. Lo único que no me gustó de mi cambio de planes es que no pasaré las casi 24 horas de vuelo junto con él, pero en las próximas semanas tendremos tiempo de sobra para compensarlo.

Perdiendo a un compañero - Chhewang Nima Sherpa

A pocos días de partir a Nepal recibimos con tristeza la noticia de que Chhewang Nima Sherpa, quien sería el sherpa líder de nuestra expedición al Ama Dablam, murió escalando en los Himalayas.

En el año 2007, cuando comencé a planear un intento de Doble Travesía en el Everest consideré que era indispensable contar con el apoyo del sherpa más fuerte y experimentado. Indudablemente mi primera opción era Chhewang, con quien había logrado llegar a la cima del Everest en 2005. Aquella vez Chhewang se arriesgó en mi primer ascenso al subir conmigo en condiciones muy difíciles que hicieron que mucha gente desistiera. Desde ese momento mi respeto, gratitud y aprecio hacia él fueron totales.

En 2006, cuando mis papás recorrieron el camino hasta el Campamento Base del Everest conocieron a Chhewang. A su regreso, antes de despedirse les entregó una foto que nos habían tomado a él, a Vern Tejas y a mi en la cima del Everest un año antes. Aquí incluyo la foto y es fácil ver quién es el más fuerte de los tres (¿quién no estaba usando su máscara de oxígeno?)

David Liaño, Vern Tejas y Chhewang Nima. Everest 2005

Después, al acercarme a él y plantearle el proyecto de la Doble Travesía, ya contaba con el impresionante número de 15 ascensos a la montaña más alta del mundo y se encontraba tan solo tres ascensos atrás de Apa Sherpa (con quién subí este año) que ahora cuenta con 20.

Por no conseguir los permisos necesarios, no me fue posible intentar la Doble Travesía en 2008, 2009 y 2010 y Chhewang y yo no pudimos escalar juntos nuevamente. Sin embargo, en la primavera este año en el que subió el Everest en dos ocasiones y acumuló 19 ascensos (uno atrás de Apa), nos sentamos a platicar terminando la expedición y le propuse escalar con mi papá y conmigo en caso de que organizáramos una expedición al Ama Dablam para otoño. De inmediato su respuesta fue sí.

Chhewang pasó este verano en Alaska trabajando en realizar tours en yaks. Durante ese periodo recibí varios correos electrónicos de él en los que quería confirmar que sí se realizaría la expedición y que esperaba vernos pronto en Nepal. Ahí regresó en Septiembre para participar en una expedición al Baruntse antes de ir juntos al Ama Dablam en Noviembre.

El sábado pasado me encontraba viajando de Austin a Seattle, haciendo una escala en Houston. Al bajar del avión en esta última ciudad, prendí mi celular y me apareció el icono de mensaje de voz. Al marcar al buzón escuché la voz de Jiban Ghimire, quién es la persona que está preparando toda la logística para el Ama Dablam diciéndome en inglés “David, soy Jiban, tengo una noticia muy triste…” el resto del mensaje se indescifrable por interferencia en su lado de la línea telefónica. De inmediato le marqué hasta Nepal sin importar que era la mitad de la noche ahí y con voz de dolor me dijo que había ocurrido una avalancha en el Baruntse en la Chhewang perdió la vida y no pudieron ni siquiera rescatar su cuerpo por estar sepultado bajo toneladas de hielo.

Siempre es para mi una pena enterarme de la muerte de algún alpinista, pero es aún más doloroso cuando se trata de la pérdida de un Sherpa quien tan sólo realiza su trabajo para darle una vida mejor a su familia.

La expedición al Ama Dablam sigue en pie y aunque Tshering Sherpa, quien es un buen amigo y un gran alpinista, remplazará a Chhewang como sherpa lìder de nuestra expedición, sentiremos el vacío que nos deja su deceso anticipado.

El itinerario

Para ser una montaña de 6,800 metros de altura, parecería que  las tres semanas que durará la expedición al Ama Dablam son pocas. Hay que recordar que para escalar el Monte Everest pasamos cerca de dos meses en la montaña, desde nuestra salida de Katmandú, hasta que regresamos a esa misma ciudad.


Tres semanas son más que suficientes para caminar hasta el Ama Dablam, una vez ahí llevar el equipo a los campamentos, aclimatarnos, intentar el ascenso a la cima y finalmente hacer la marcha de regreso de la montaña. El itinerario que estaremos siguiendo es:


DIA
ACTIVIDAD
Nov. 2
Vuelo México - Los Ángeles - Bangkok
Nov. 3
En vuelo (día perdido por cruzar la línea internacional del tiempo)
Nov. 4
Llegada a Bangkok, y vuelo a Katmandú
Nov. 5
Katmandú - preparación de equipo de escalar
Nov. 6
Vuelo Katmandú - Lukla. Caminata a hasta Phakding
Nov. 7
De Phakding a Namche
Nov. 8
Día de descanso en Namche
Nov. 9
De Namche a Phortse
Nov. 10
De Phorste a Campamento Base (CB) Ama Dablam
Nov. 11
Porteo de equipo al Campamento 1 (C1) y regreso a dormir a CB
Nov. 12
Escalar de CB a C1 y pasar la noche en C1
Nov. 13
Porteo de equipo de C1 al Campamento 2 (C2). Pasar la noche en C1
Nov. 14
Escalar de C1 a C2  pasar la noche en C2
Nov. 15
Descender al CB
Nov. 16
Descanso en CB
Nov. 17
Escalar al C1
Nov. 18
Escalar al C2
Nov. 19
Escalar al C3
Nov. 20
Escalar a la Cima y regresar a dormir al C1
Nov. 21
Descender al CB
Nov. 22
Preparación del equipo para el regreso
Nov. 23
De CB a Namche
Nov. 24
De Namche a Lukla
Nov. 25
Vuelo Lukla - Katmandú
Nov. 26
Vuelo Katmandú - Bangkok - Los Angeles - México


La mejor forma de apreciar lo que representa el ascenso día a día es verlo en una gráfica en la que aparezca la altura a la que estaremos cada día:



A pesar de que hemos diseñado el itinerario para maximizar nuestras probabilidades de subir a la cima, existen como en todas las expediciones, factores imponderables tales como tormentas, nevadas, problemas de aclimatación, imposibilidad de volar de Katmandú a Lukla, etc. que nos pueden ocasionar retrasos en los planes o inclusive el no poder llegar a la cumbre. Vamos lo mejor preparados posible en cuanto al equipo, logística y entrenamiento, pero al mismo tiempo estamos conscientes que si las condiciones exceden el riesgo que estamos dispuestos a correr (y de verdad que es muy poco), lo dejaremos por la buena y regresaremos en mejores circunstancias.

Ama Dablam

Ama Dablam, para quienes hemos tenido la oportunidad de ver esta montaña, la palabra que nos viene a la mente seguramente es majestuosa o una similar. Cada vez que le platicaba a algún amigo que quería subir el Ama Dablam, casi siempre la respuesta era “¿cuál?”. Después decidí tener una foto de la montaña en mi teléfono y cuando la enseñaba, la contestación que obtenía era “¿y esa por dónde la subes?”.

El Ama Dablam (6,812mts) no está ni cerca de ser tan alta como sus vecinas, entre las cuáles están el Everest, Lhotse, Makalu y Cho-Oyu, todas con más de 8,000 metros de altura. Se encuentra en el valle del Khumbu, y forzosamente una persona que camina al campamento base del Everest por el lado de Nepal, recorrerá varios kilómetros a su sombra. Para mi no era raro estar andando el camino hacia el Everest y encontrarme soñando con hacer un “pequeño cambio” a mis planes y pasar unos días subiendo el Ama Dablam.

En la primavera de 2006, un año después de mi primer ascenso, mis papás hicieron una caminata de casi dos semanas hasta el campamento base del Everest. A su regreso esperaba escuchar sus impresiones sobre haber estado en la base de la montaña más alta del mundo pero en cambio no dejaron de hablar sobre el Ama Dablam. Recuerdo que esa vez Ricardo, mi papá, comentó que le gustaría subir algún día y eso nunca se me olvidó.

En la NASA para el despegue del STS-128 Discovery
Entre los dos, ya tenemos cierta historia de subir montañas juntos. Cuando tenía tan solo 13 años, junto con él tomé mi primer curso de alta montaña. También en una expedición con él, con mi mamá y mi hermano, subí el Aconcagua, que personalmente representó escalar la primer montaña del Grand Slam. Y finalmente, juntos conseguimos subir a la cima de la Pirámide de Carstensz en Indonesia con la que completé el Grand Slam. A lo largo de todos estos años, me ha acompañado en innumerables ocasiones en mis ascensos de entrenamiento a los volcanes y mucha veces en mejores condiciones que yo.

Por esto, cuando regresando del Everest este año le pregunté si seguía con ánimo de subir el Ama Dablam y me respondió de inmediato con un sí, comencé a organizar la expedición para este Otoño. En tan sólo un mes estaremos partiendo hacia Nepal donde durante tres semanas intentaremos subir a la cima del Ama Dablam, montaña que a los dos nos ha hecho soñar.
 
Antes de nuestra salida y durante la expedición estaremos enviando reportes al blog para compartir, como siempre, esta aventura con amigos y familia.