11 de Septiembre: Algunos visitantes y ejercitando la paciencia

Ayer por la noche el viento era ligero y venía del SE, justo hacia donde nos teníamos que dirigir. La tormenta nos había dejado completamente agotados y necesitábamos descansar aunque fuera un par de horas antes de continuar. Para esto, usamos una técnica en la que una de las velas del Champ lo "empuja" hacia delante y la otra lo detiene y el efecto es ir derivando muy lento. Alrededor de la una de la mañana, habiendo descansado algo, tratamos de continuar navegando pero el viento era tan variable y tan ligero que realmente no conseguimos avanzar mucho desde el Cabo Montesino.

Con el amanecer vino un ligero cambio en el viento que nos permitió alejarnos de la costa en una dirección SE. Muy, muy despacio. También recibimos el pronóstico del tiempo que anunciaba que el resto del día y la noche no podríamos avanzar mucho. Pero mañana desde temprano se pronostica un cambio con vientos del NO favorables y que nos llevarán hasta Acapulco. Sin embargo, nos sugirieron continuar nuestro rumbo alejados de la costa por una posible tormenta entre San Francisco y Los Ángeles. Así seguiremos en la mañana. Por lo pronto, a tener paciencia que los vientos favorables llegarán pronto.

Tuvimos tres visitas el día de hoy. La primera, y más impresionante fue un grupo de delfines. Tal vez cientos de ellos que se la pasaron alrededor de nosotros durante más de una hora. Este viaje nos tocó ver un par de orcas saliendo del estrecho de Juan de Fuca y el año pasado, por estas costas, vimos grandes ballenas nadando junto a nosotros. Delfines hemos visto seguido. Pero ahora fue algo inusual y espectacular ya que a unos 100 metros alrededor de nosotros los veíamos saltar fuera del agua y volverse a sumergir una y otra vez. Parecía que lo que más les gustaba era sumergirse justo antes de la proa del Champ y cruzar por enfrente de ella. La segunda visita fue de otro grupo de delfines, pero tal vez unos 10 nada más.

La tercera visita fue una bastante extraña. Hemos de estar a unos 100km de la costa pero de pronto le calló encima a Ricardo un pequeño pájaro. No se veía lastimado pero sí muy cansado ¿Cómo llegó hasta acá? No era del tipo de aves que normalmente se ven en el mar. Tratamos de no espantarlo pero se veía muy tranquilo. Tratamos de darle agua pero no tomó ni quiso comer los pedacitos de cereal que le pusimos alrededor. Como 20 minutos estuvo tranquilo y cuando comenzaba a preguntarme si tendríamos que cuidarlo hasta que nos acercáramos a la costa abrió las alas y despegó. Lo vimos dar una vuelta en el aire y volver a tratar de aterrizar en el Champ. Pero al no lograrlo, se volvió a elevar y se fue.

En otro rato con vientos de 5 nudos saqué el papalote y lo volé desde la popa del Champ. Creo que sí podrá sostener una cámara GoPro pero dejaré ese intento para otro día.