Siguiente aventura: dar la vuelta al mundo veleando, en solitario, sin paradas y sin asistencia


Ha de haber sido hace unos diez años cuando pensé seriamente por primera vez en dar la vuelta al mundo navegando solo en un velero y empezó de la misma forma que comienzan todas mis aventuras: con libros. El primero fue el clásico de Joshua Slocum, Sailing Alone Around the World en el que describe su travesía en la que logró ser la primera persona en dar la vuelta en un velero sólo. Le llevó prácticamente tres años completar esta aventura en su pequeño velero llamado Spray. El segundo libro es A Voyage for Madmen en el que Peter Nichols relata la carrera que llevó a que Robin Knox-Johnston se convirtiera en la primera persona en dar la vuelta al mundo en solitario, sin paradas y sin asistencia en 1969 (algo que 44 años después tengo entendido que nadie ha conseguido en México).

Estos dos libros me hicieron soñar con que algún día tendría la oportunidad de realizar esta extraordinaria aventura pero sin darme cuenta se me cruzaron enfrente varias montañas y durante varios años el sueño se quedó guardado en un cajón. Años después me encontraba viendo un programa de televisión llamado Top Gear y la invitada de ese día era Ellen MacArthur, una velerista británica que recientemente había roto el récord mundial para dar la vuelta al mundo en un velero en solitario, sin paradas y sin asistencia. Me enteré que había escrito varios libros y algunas semanas después, para la expedición al Everest en 2011, me llevé su primer libro Taking on the World. Es una autobiografía maravillosa y mientras la leía, revivió el sueño de velear alrededor del mundo y comencé a hacer notas sobre todo lo que debía de hacer desde ese momento para conseguirlo. Me puse como objetivo iniciar la circunnavegación en el segundo semestre de 2013 y terminarla unos ocho meses después.

A pesar de que llevaba años veleando en condiciones limitadas, nunca había obtenido certificaciones y fue por lo primero que comencé. Durante la segunda mitad del 2011 tomé varios cursos de veleo cada vez más avanzados y en algunos de ellos me acompañó Ricardo, mi papá. También comencé a estudiar cuál sería el velero ideal para esta travesía alrededor del mundo. No estaba buscando romper ningún récord de velocidad y lo que más me interesaba era tener un velero sólido, seguro y fácil de ser navegado por una sola persona. Finalmente me decidí por un Island Packet 380, un velero de 38 pies (aproximadamente 12 metros) de eslora que tienen una gran reputación para navegar en aguas abiertas y que se caracterizan por estar pintados de un color marfil. Semanas después, en Diciembre de 2011 encontré uno a la venta con la ventaja de que ya contaba con gran parte de los equipos que necesarios para realizar la vuelta al mundo. Tuve la gran fortuna de conseguir un préstamo bancario para financiar el 100% del valor de compra y un par de días después, cerré la operación. El nombre que le di al velero: Champ.

Poco a poco fui haciéndole mejoras al velero y a principios del 2012 me inscribí a una regata llamada Singlehanded Transpac que se realiza en Julio cada dos años. Esta carrera consiste en velear en solitario y sin asistencia desde San Francisco a Hawái, recorriendo alrededor de 2,300 millas náuticas (más de 4,000 kilómetros). Tuve que realizar varias salidas para poder calificar al Transpac y luego tuve que velear el Champ junto con Ricardo hasta San Francisco. Me llevó 16 días realizar esta travesía y fue una de las mejores experiencias que he vivido.

Durante Abril y Mayo del 2013 por fin pude lograr mi objetivo de escalar el Monte Everest dos veces en la misma temporada, por rutas (y países) diferentes. Al descender de la segunda cima, aún me encontraba inmerso en los Himalayas pero mi mente estaba ya pensando en el mar, y en todo lo que tendría que hacer durante el verano para estar listo para intentar esta nueva aventura, la cual llevo más de dos años planeando y diez años soñando.

En las siguientes semanas estaré platicando sobre las reglas para que se considere una vuelta al mundo en solitario, sobre los preparativos, la ruta y sobre los retos a los que me estaré enfrentando durante el viaje. Por lo pronto los dejo con esta fotografía tomada al arranque del Singlehanded Transpac y que creo que habla por si sola de lo maravilloso que será este proyecto. Hasta la victoria, ¡siempre!

Champ