8 de Octubre: Fuertes chubascos.
260 millas náuticas recorridas
Ayer en la noche no se veía nada raro en el radar ni tráfico de barcos en el sistema AIS por lo que me bajé a dormir un rato. No estoy seguro cuánto tiempo transcurrió pero no han de haber sido más de 20 minutos cuando me despertó un movimiento súbito del Champ. Cuando volteé a ver la pantalla que marca la velocidad del viento esta era de 28 nudos. Cuando me fui a descansar eran 8 nada más. Nos estaba golpeando un fuerte chubasco. Ne coloqué mi arnés, me aseguré a la bañera y salí al viento y la lluvia. En la oscuridad, recién despertado y alumbrando solamente con la luz roja (para no perder la visión nocturna) de la lámpara que llevaba en la frente me di a la tarea de bajar la vela mayor hasta el segundo rizo. Eso hizo que el velero dejara de inclinarse fuertemente. Pero con esos vientos, el enrollar la genovesa se volvía prácticamente imposible y con trabajos pude guardar la mitad de la vela.
Una de las características de estas micro tormentas es que traen vientos muy violentos pero también pasan relativamente rápido. Desde que desperté hasta que los vientos se volvieron nuevamente moderados tal vez pasaron 10 minutos. Pero diez minutos muy intensos. Encendí nuevamente el radar y ahí aparecía el chubasco que nos acababa de golpear. Pero no se veía nada más cerca de nosotros y bajé a descansar un rato más. Eran las tres de la mañana y pude descansar intermitentemente el resto de la noche.
Otro chubasco nos alcanzó a medio día pero este lo vi en el horizonte y en el radar comprobé que tenía unos 10km de largo. Tuve tiempo suficiente para prepararnos, bajar velas, asegurar las cosas y de esta forma fue una experiencia completamente diferente a la de la noche. Es un recordatorio de que no me puedo confiar ni un momento.
La tarde continuó nublada pero con vientos del Este de unos 15 nudos y nuestro avance ha sido muy bueno y constante. Viéndolo por la latitud en la que vamos, estamos a la altura de El Salvador, ya habiendo dejado al norte a Guatemala, Belice y Honduras. En unas horas estaremos a la altura de la parte norte de Nicaragua. Nos faltan menos de 800 millas náuticas para llegar al Ecuador, pero vamos navegando un día a la vez.
Ayer en la noche no se veía nada raro en el radar ni tráfico de barcos en el sistema AIS por lo que me bajé a dormir un rato. No estoy seguro cuánto tiempo transcurrió pero no han de haber sido más de 20 minutos cuando me despertó un movimiento súbito del Champ. Cuando volteé a ver la pantalla que marca la velocidad del viento esta era de 28 nudos. Cuando me fui a descansar eran 8 nada más. Nos estaba golpeando un fuerte chubasco. Ne coloqué mi arnés, me aseguré a la bañera y salí al viento y la lluvia. En la oscuridad, recién despertado y alumbrando solamente con la luz roja (para no perder la visión nocturna) de la lámpara que llevaba en la frente me di a la tarea de bajar la vela mayor hasta el segundo rizo. Eso hizo que el velero dejara de inclinarse fuertemente. Pero con esos vientos, el enrollar la genovesa se volvía prácticamente imposible y con trabajos pude guardar la mitad de la vela.
Una de las características de estas micro tormentas es que traen vientos muy violentos pero también pasan relativamente rápido. Desde que desperté hasta que los vientos se volvieron nuevamente moderados tal vez pasaron 10 minutos. Pero diez minutos muy intensos. Encendí nuevamente el radar y ahí aparecía el chubasco que nos acababa de golpear. Pero no se veía nada más cerca de nosotros y bajé a descansar un rato más. Eran las tres de la mañana y pude descansar intermitentemente el resto de la noche.
Otro chubasco nos alcanzó a medio día pero este lo vi en el horizonte y en el radar comprobé que tenía unos 10km de largo. Tuve tiempo suficiente para prepararnos, bajar velas, asegurar las cosas y de esta forma fue una experiencia completamente diferente a la de la noche. Es un recordatorio de que no me puedo confiar ni un momento.
La tarde continuó nublada pero con vientos del Este de unos 15 nudos y nuestro avance ha sido muy bueno y constante. Viéndolo por la latitud en la que vamos, estamos a la altura de El Salvador, ya habiendo dejado al norte a Guatemala, Belice y Honduras. En unas horas estaremos a la altura de la parte norte de Nicaragua. Nos faltan menos de 800 millas náuticas para llegar al Ecuador, pero vamos navegando un día a la vez.