Regresando a Nepal
Escribo esto a 40,000 pies de altura, en algún lugar del
Pacífico norte mientras volamos de San Francisco hacia Tokio. Este es el
segundo tramo de este viaje en el que continuaremos a Bangkok y finalmente a
Katmandú. Y hablo en plural porque en el asiento de al lado, leyendo una
revista, está Ricardo, mi papá.
Hace año y medio, regresando de mi última expedición al
Everest veía muy remota la posibilidad de volver a Nepal a escalar debido a
los continuos dolores de cabeza que tuve durante meses, como consecuencia de
esa expedición. Con medicamentos y mucha paciencia, los dolores se volvieron
más esporádicos hasta que desaparecieron completamente. En Agosto de este año
tuve la oportunidad de que me revisaran en uno de los mejores hospitales del
mundo y tanto el neurólogo como el cardiólogo que vi me confirmaron que podía
volver a escalar a gran altura sin peligros adicionales para mi salud. De
inmediato comencé a hacer planes para escalar dos montañas relativamente bajas
en la región del Everest: Lobuje East y el Island Peak. Estas dos montañas
tienen la ventaja de no ser tan técnicas pero de presentar una escalada típica
de los Himalaya.
En el otoño de 2010 viajé a Nepal junto con Ricardo para
escalar el Ama Dablam. Aunque hizo un gran esfuerzo y se aclimató bastante
bien, la montaña resultó ser más técnica de lo que esperábamos y Ricardo
decidió no continuar, tal vez para no poner en riesgo mi oportunidad de llegar
a la cima. Por esto, cuando empecé a hacer los planes para este año, siempre
estuvo contemplado que regresaríamos juntos.
El programa para esta expedición es el siguiente: Volaremos
hasta Katmandú donde pasaremos dos días y después tomaremos una pequeña
avioneta hasta Lukla, en la región del Everest. Ahí comenzaremos una marcha de
casi una semana. La primera montaña la subiré yo junto con un Sherpa mientras
Ricardo camina dos días más hasta el campamento base del Everest para
aclimatarse. Nos volveremos a reunir después del primer ascenso y caminaremos
dos días hasta el campamento base del Island Peak. Intentaremos subir los dos
la montaña acompañados de dos Sherpas y posteriormente regresaremos caminando a
Lukla y volaremos a Katmandú. Todo esto nos llevará unas tres semanas. Como un
ingrediente adicional, he solicitado un permiso para despegar con mi parapente
desde la cima de ambas montañas y, aunque todavía no recibo la autorización del
Ministerio de Aviación Civil y del Parque Nacional, tengo esperanzas de que sí
me otorguen el permiso en los siguientes días.
Hace un par de horas, a la mitad de este vuelo de diez
horas, a Ricardo le tiraron encima media tetera de té caliente. Está sentado
junto al pasillo y a la sobrecargo se le resbaló el recipiente mientras me
servía la tasa que le pedí. Afortunadamente, no estaba lo suficientemente
caliente como para quemarlo, no pasó de tener su chamarra mojada durante un
rato y nos dio una anécdota que contar del vuelo. Nos quedan todavía unas 15
horas de viaje. Por suerte traigo dos libros excelentes y buena compañía.
Estoy seguro que será una gran expedición y, al igual que
lo vengo haciendo desde hace casi siete años, estaré llevando un diario de la
expedición a través del blog. Pero en esta ocasión estaré también subiendo
fotografías adicionales a Facebook en http://facebook.com/lianodavid