Semana 5 - Will Cross, haciendo cosas extraordinarias
Esta primavera, cuando me encontraba intentando subir al Lhotse y al Everest, conocí a una persona cuya historia hoy quiero compartir con ustedes. Su nombre es Will Cross.
Su currículum como alpinista y aventurero es impresionante: ha subido a la montaña más alta de cada continente, caminado hasta el Polo Norte y recorrido casi 1,000 km para llegar al Polo Sur. También ha explorado zonas montañosas de Groenlandia, Patagonia y el Desierto del Sahara.
Si todo esto parece extraordinario para cualquier persona, es todavía más asombroso si consideramos que Will ha vivido los últimos 30 años de su vida con Diabetes tipo 1. Esto ha hecho que alcanzar cada una de sus metas sea mucho más difícil de lo que es para cualquier otra persona. Tuvo que realizar tres intentos antes de poder llegar a la cumbre del Monte Everest. Esta vez que lo conocí, consiguió subir al Lhotse (cuarta montaña más alta del mundo con 8,516m) pero era el segundo año que lo intentaba.
Todo se complica en las montañas con su diabetes. Permanentemente lleva en la cintura una bomba de insulina, que más bien parece un beeper. De la bomba sale una manguera muy delgada que termina en un chupón con una aguja. Éste se lo coloca en el estómago y lo tiene que cambiar de lugar cada 5 días para que no se tape y no se infecte. La insulina se congela y siempre la debe llevar pegada a su cuerpo para calentarla. El esfuerzo que realiza para subir una montaña de 6,000 metros para él puede ser equivalente a subir una de 8,000. La diabetes le provoca problemas de circulación y es mucho más propenso a sufrir de congelamiento en los dedos de las manos y de los pies.
Will Cross es una persona extraordinaria, realizando hazañas y todo esto a pesar de su enfermedad. Es por personas como él que el próximo 26 de Octubre voy a recorrer 42km en el Maratón de Washington.
Agradezco mucho los generosos donativos de Silvia Castro y de Alex Liaño Castro, mi compañero de las carreras.
Su currículum como alpinista y aventurero es impresionante: ha subido a la montaña más alta de cada continente, caminado hasta el Polo Norte y recorrido casi 1,000 km para llegar al Polo Sur. También ha explorado zonas montañosas de Groenlandia, Patagonia y el Desierto del Sahara.
Si todo esto parece extraordinario para cualquier persona, es todavía más asombroso si consideramos que Will ha vivido los últimos 30 años de su vida con Diabetes tipo 1. Esto ha hecho que alcanzar cada una de sus metas sea mucho más difícil de lo que es para cualquier otra persona. Tuvo que realizar tres intentos antes de poder llegar a la cumbre del Monte Everest. Esta vez que lo conocí, consiguió subir al Lhotse (cuarta montaña más alta del mundo con 8,516m) pero era el segundo año que lo intentaba.
Todo se complica en las montañas con su diabetes. Permanentemente lleva en la cintura una bomba de insulina, que más bien parece un beeper. De la bomba sale una manguera muy delgada que termina en un chupón con una aguja. Éste se lo coloca en el estómago y lo tiene que cambiar de lugar cada 5 días para que no se tape y no se infecte. La insulina se congela y siempre la debe llevar pegada a su cuerpo para calentarla. El esfuerzo que realiza para subir una montaña de 6,000 metros para él puede ser equivalente a subir una de 8,000. La diabetes le provoca problemas de circulación y es mucho más propenso a sufrir de congelamiento en los dedos de las manos y de los pies.
Will Cross es una persona extraordinaria, realizando hazañas y todo esto a pesar de su enfermedad. Es por personas como él que el próximo 26 de Octubre voy a recorrer 42km en el Maratón de Washington.
Agradezco mucho los generosos donativos de Silvia Castro y de Alex Liaño Castro, mi compañero de las carreras.